Seguir la dieta mediterránea reduciría hasta un 72% los gases de efecto invernadero
Seguir la dieta mediterránea puede ser un elemento estratégico para combatir el cambio climático, que, en el contexto español, puede facilitar una reducción de hasta un 72 % de los gases de efecto invernadero, un 58 % del uso del suelo, un 52 % del consumo de energía y un 33 % del consumo de agua.